Un día mi señora se fue al mandado, pero antes de irse me dijo que su hermanita vendría a recoger algo de ropa que le iba a prestar, yo le conteste que estaba bien, pero por dentro me puse nervioso de recibir su visita. A los 20 minutos de que mi esposa se marchó, tocaron a la puerta y al abrirla era Jenny, quien al verme me besó en la mejilla y me abrazó, apretando sus sabrosas tetas contra mi pecho. Le hice saber que la ropa por la que venía estaba sobre la mesa, pero ella me respondió: “si gracias, pero ¿qué te parece si nos conocemos mejor?, aprovechando que mi sister no está. ¿A poco crees que no me he dado cuenta de cómo me miras con lujuria?
Me quedé sin habla y ella, al ver mi cara, se quitó el pantalón y me mostró que llevaba un bikini de una sola pieza que por la parte de atrás era como un hilo que se le hundía entre sus grandes nalgas.[/expand]