Desde hace mucho tiempo vengo pensando en cumplir mi fantasía de ser penetrado por una hermosa transex, pero la verdad es que me daba algo de miedo pensar en la situación, por lo que decidí ir Sao Paulo, así cualquier cosa que sucediera sería fuera de mi ciudad y nadie de mis conocidos se enterarían.
Al llegar me puse a buscar en los catálogos de acompanhantes brasileñas, alguna chica que tuviera una verga de buen tamaño, para poder satisfacer mis necesidades. Encontré a esta morena de sabroso cuerpo, cara bonita y una polla de buen tamaño, así que la llame y le conté de mis deseos sexuales, pero le hice saber que me sentía muy nervioso porque sería la primera ocasión donde no sería totalmente activo, si no que quería disfrutar del rol pasivo. Ella entendió la situación y me propuso que nos viéramos en un lugar público para platicar y que yo pudiera relajarme al conocerla mejor. A mí me pareció muy buen idea y quedamos de vernos en una plaza. Ahí nos conocimos y entonces que nos fuimos a un motel cercano, donde pude probar por primera vez la verga de una transexual, masturbar mi pene con el suyo y ser cogido por el culo.