La jovencita Natalie Mars tenía poco de haber ingresado al mundo del porno trans, y acudió a Marissa Minx, una shemale madura con mucho conocimiento de la industria. Fue con la intención de que le enseñara algunos trucos para la hora de grabar vídeos eróticos. Pero lo que no sabía la joven es que su amiga era bisexual, y además de follar con hombres gustaba de estar con mujeres y con transexuales, y desde que conoció a la inocente Natalie le traía unas ganas de pervertirla.
En cuanto Mars llego al apartamento de la señora de negras intenciones, fue llevada hasta una recamara donde había unos consoladores enormes en una mesita de noche, uno parecía una verga de caballo, otro era en forma de mano, unas bolas anales y un dildo de doble cabeza. La chica se asustó al ver aquellos juguetes sexuales, pues a pesar de que ella quería aprender no estaba lista para meterse esas monstruosidades por el ano. Sin embargo, la ninfómana de Marissa sabia como manejar la situación y primero le dijo que se desnudarían para que entrará en confianza y finalmente logró convencerla para que probará el dildo doble, metiéndose una punta cada una en el recto.